Chereads / Rescatando a su Compañera Cautiva: Salvando a la Futura Luna / Chapter 36 - Estrella - Un día con Chay Parte 3

Chapter 36 - Estrella - Un día con Chay Parte 3

—Estrella

Los zapatos que Chay quería regalarme eran negros y tenían un tacón largo y delgado. Pero nunca antes había llevado algo así. Definitivamente me hubiera matado si hubiera intentado caminar en ellos. Así que se conformó con un par de sandalias negras que se enlazaban un poco por mi espinilla. Las sandalias seguían siendo negras y tenían un pequeño tacón en la parte trasera que igual me haría un poco más alta.

Admito que los zapatos eran lindos y en realidad estaba feliz de que me los hubiera comprado, y el vestido también. Pero no podía permitir que me comprara nada más.

Cuando estábamos en la tienda de ropa, me aseguré de no decirle qué cosas pensaba que eran lindas. Cuando comprábamos esas sandalias, no le dije qué par de zapatillas sin cordones (como ella las llamó) me habían gustado. No le dije qué joyas me gustaban. No le dije nada de lo que me gustaba porque ya había hecho suficiente.

A pesar de eso, me estaba divirtiendo mucho. Este día estaba siendo mejor de lo que jamás había imaginado, y estaba hablando más y más con Chay con menos ansiedad sobre todo.

En este momento esperábamos en un lugar cerca del patio de comidas, un lugar donde se podía conseguir algo llamado un pretzel suave. Chay me dijo que el pretzel era bueno, especialmente cuando lo mojabas en el queso. Iba a confiar en su palabra y probarlo por mí misma, así que ella había ido a buscar la comida y algunas bebidas. Habíamos caminado tanto que nos habíamos abierto el apetito.

Podía ver a Chay donde estaba parada en la fila. Me había dicho que me sentara en la mesa y la esperara, lo cual estaba feliz de hacer ya que estaba tan cansada.

No había estado en la mesa más de un minuto cuando un gran grupo de personas cortó a través del área de comedor, bloqueando mi vista de Chay. Esto no se sentía bien. Algo estaba mal. No me gustaba que no pudiera ver a Chay, porque eso significaba que ella tampoco podía verme.

Sentí mi pulso acelerarse cuando mi corazón golpeaba contra mi pecho. Hice lo mejor que pude por quedarme quieta y mantener la calma, esto no duraría mucho.

Tan pronto tuve ese pensamiento, alguien me agarró por detrás.

Una mano se colocó sobre mi boca para silenciar el grito que pensaron que iba a soltar. Y tenían razón, estaba acostumbrándome más y más a usar mi voz e intentaba gritar por completo.

Justo después de que la mano cubrió mi boca, comenzaron a sacarme de mi asiento. Y luego su olor golpeó mi nariz. Moho y agua lodosa. Así es como olía. Sabía exactamente quién era. Era Lisa, mi prima. Y vi por el rincón de mi ojo que me había tirado hacia atrás contra su cuerpo en un agarre férreo.

—Howie va a estar tan contento de que te haya traído a casa, y justo a tiempo para tu cumpleaños —hablaba en un tono repugnante, algo entre una mueca y halagando a ese hombre repugnante.

—Déjame ir —intenté gritar las palabras a través de su mano, pero salieron ahogadas y distorsionadas.

—¿Dejarte ir? No, no creo. Nos causaste demasiados problemas. Y por tu culpa mi hermano está muerto, perra —se estaba alejando del patio de comidas, lejos de Chay. No sabía qué más hacer, necesitaba escapar.

Estaba aprisionando mis brazos contra mi cuerpo mientras me llevaba, arrastrando los dedos de los pies en el suelo. Pataleaba y me debatía lo mejor que podía, pero ella no me soltaba.

Necesitaba un arma, algo con qué defenderme de ella. Pero no tenía nada. Todo lo que tenía era mi bloc de notas y bolígrafo. ¡Y mi bolígrafo! Eso serviría. Solo necesitaba meter mi mano en el bolsillo para agarrar el largo y delgado pedazo de plástico y metal de mis jeans.

Me alegró que no tardara mucho en agarrar el bolígrafo, solo estábamos a unos cien pies del lugar donde había estado sentada. Agarré el bolígrafo con mi mano izquierda, la que podía mover un poco más que la otra. Tomé una respiración profunda y tranquila, cerré los ojos, y me balanceé hacia arriba con el bolígrafo en la mano.

—¡AAAAHHHHHH! ¡AAYYYYYY! —escuché a Lisa gritar de dolor cuando sentí que el bolígrafo atravesaba la piel de su cara. Instantáneamente, la sangre que brotaba de la herida comenzó a empapar la parte superior de mi cabeza, empapándose en mi cabello. Por reflejo, puso su mano izquierda en su cara para detener el flujo de sangre y también para proteger su mejilla herida.

—Pequeña perra —gruñó en mi cara, con saliva y sangre saliendo de su boca y salpicando mi cara en el aerosol.

Con su agarre en mí debilitado pude liberarme, quitándome su mano de mi boca. Instantáneamente trató de agarrarme de nuevo pero ya estaba llenando mis pulmones, preparándome para un grito.

—¡ARTEM! —grité su nombre tan fuerte como pude. Lisa me había arrastrado por un pasillo lateral, algo que parecía ser utilizado solo por miembros del personal.

—Cállate —gruñó de nuevo, ignorando el dolor en su cara para agarrarme otra vez.

La mano izquierda de Lisa se cerró con los dedos en mi cabello. Jaló fuerte, tirando mi cabeza hacia atrás y provocando un gemido de dolor de mí.

—Vaya, parece que después de todo sí sientes el dolor —bromeó mientras levantaba el puño.

Sabía lo que iba a pasar. Iba a golpearme en el lado de la cabeza, y con fuerza. Lisa era una de las que más disfrutaba golpearme. Ponía mucha potencia y pensamiento en cada golpe que me daba.

Me preparé para el golpe, para que su puño golpeara mi cara o el lado de mi cabeza. Pero antes de que pudiera golpearme, hubo un gruñido fuerte y amenazador.