Xavier sacudió la cabeza hacia Zac cuando vio su expresión y se alejó de él, pero Zac lo siguió, queriendo escuchar lo que Ari había dicho que lo hacía sonreír.
—¿Oye, estás en casa? —Xavier instantáneamente se arrepintió de por qué había salido de casa para jugar golf con Zac.
—No, pero volveré en unos minutos. ¿Quieres venir?
Los ojos de Zac se agrandaron cuando escuchó a Xavier decir que estaría en casa en unos minutos. ¿Acaba de dejar plantado a su mejor amigo por una mujer?
—Sí, más o menos, hice pizza y pensé que podrías querer un poco. Pero está bien cuando vuelvas a casa…
—Vaya, ya estoy en camino a casa. No vayas a ningún lado —dijo Xavier y terminó la llamada.
—Hermano, ¿en serio? ¿Me estás dejando plantado por una mujer? —Zac preguntó cuando Xavier caminó hacia la mesa y tomó su teléfono y sus llaves.
—Sí, definitivamente lo estoy.