—Te estaba buscando —dijo él. Había ido a la habitación, pero ella no estaba allí. Había visto la puerta abierta, así que comprobó si estaba.
—Yo también —respondió ella con una sonrisa.
—No me contaste sobre estos bocetos de mí. Son hermosos.
—¿Lo son? —Nicklaus caminó hacia donde ella estaba.
—Mm, me encantan, pero ¿por qué todos mis dibujos son cuando estoy desnuda? No puedo encontrar ni uno solo en el que esté completamente vestida —Tiana asintió.
—Mm, porque dibujé cada uno de ellos después de una intensa noche de pasión —respondió Nicklaus, mirándola de manera seductora.
—No me refiero a eso, quiero decir, no hay otros dibujos, solo dibujos desnudos… —carraspeó Tiana mientras apartaba la mirada de él.
—Porque eso es lo que me gusta dibujar; tú... desnuda —continuó él.