De repente, escuchó el sonido de llaves tintineando desde el extremo derecho de la habitación y su cabeza se giró hacia allí al instante.
La puerta crujía al abrirse en el cuarto oscuro y ella escuchó los pasos de una persona entrar.
Gwen sentía escalofríos recorriendo todo su cuerpo, apenas podía ver su silueta en la oscuridad mientras él se acercaba a ella.
Gwen temblaba en la silla mientras sofocaba un grito con la cinta pegada sobre sus labios como si eso pudiera ayudar en algo.
Las lágrimas se acumulaban en sus ojos mientras veía al hombre acercarse y detenerse frente a ella.
Gwen respiraba agitadamente. ¿Cómo le diría que ella no era Tiana?
De repente, las luces se encendieron en la habitación y sus ojos se cerraron por reflejo.
Parpadeó varias veces mientras intentaba acostumbrarse al súbito brillo. Miró al hombre que se había parado frente a ella.
Liam Wills…
Todavía estaba impactada por el hecho de que él estuviera vivo.