Ella puchereó mientras miraba el techo, tal vez él no estaba acostumbrado a decir ese tipo de cosas.
Además, ella no necesitaba que él lo dijera para saber que la amaba. Lo había demostrado de todas las maneras posibles.
Asintiendo para sí misma, cerró los ojos para dormir.
Al día siguiente, Diana se despertó temprano y lo primero que hizo fue llamar a Michael.
No contestó, así que pensó que estaría durmiendo y por eso le envió un mensaje de texto.
—Hola amor, buenos días, pensé que aún podrías estar durmiendo, no quiero despertarte. Voy a un evento importante hoy, te llamaré cuando regrese —se sonrió y dejó su teléfono, dirigiéndose a ducharse.
Cuando terminó de vestirse, Michael no había respondido a su mensaje, frunció el ceño preocupada al mirar la hora, eran más de las diez, ¿seguía dormido?
Intentó llamar de nuevo pero él no contestaba y ella se preocupó.
La reunión terminaba a la 1 p.m., pasaría por su casa inmediatamente después.