—Una mueca apareció en su frente y volvió a intentar llamar, pero sucedió lo mismo. Su primer pensamiento fue que él podría haberla bloqueado, pero ella conocía a Leo, él incluso habría intentado llamarla, y ahora que no veía ninguna llamada, sabía que era cosa de su llamado padre.
La rabia corrió por ella y se levantó para ir a gritarle, pero justo cuando llegó a la puerta, se detuvo y volvió al sofá, sentándose; tomó una respiración profunda.
No, él esperaría que ella llegara y le ladrara, pero esta vez, no iba a decir nada. Cuanto más hablaba, más sabía él lo que pensaba, así que no iba a decir nada. Solo iba a tratar con él en silencio hasta que no tuviera otra opción más que dejarla estar con el hombre que quería.
…
Diana echó un vistazo en el espejo retrovisor por milésima vez. Esta era la primera vez que iba a la Corporación de Warren, y ni siquiera le había dicho a Michael que venía. ¿Y si estaba con otra mujer?