—Mi padre... —hizo una pausa, sus lágrimas ahogaban su voz.
—Él no quiere que estemos juntos. —Los ojos de Claire se cerraron mientras sostenía su camisa, sus labios temblaban.
—No sé qué hacer... —lloró, con los ojos muy pesados. Hubo un minuto de silencio y luego Leo rió como si no conociera el peso de lo que ella acababa de decir;
—¿jaja, es por eso que estás tan triste? Solo está preocupado, no lo dice en serio. —dijo, acercándola para poder abrazarla,
—No, él lo decía en serio... cada palabra. —Claire intentó alejarse de él para poder mirarlo a los ojos y decirle cuán serio es el asunto, pero Leo la mantuvo cerca;
—Está bien, está bien, deja de llorar ahora. —Leo le dio palmaditas en la espalda, tratando de consolarla. Ella luchó por un momento antes de finalmente calmarse, incluso si lloraba desde ahora hasta el día siguiente, nada cambiaría. Necesitaba estar cuerda para saber qué hacer.