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La canción de este capítulo es «Diga que no me dejará ir» de James Arthur.
—Estaremos afuera si necesitas algo —dijo ella, pero Tiana no respondió, sus ojos estaban clavados en su plato.
—Tráeme mi teléfono y los auriculares.
Diana asintió y ella y Gwen salieron de la habitación, pero se quedaron junto a la puerta observándola a través del cristal transparente por si quería hacer algo. Cuando ella retomó la comida, Diana habló con uno de los guardias y él rápidamente llamó a casa y pidió que le trajeran el teléfono. Gwen se quedó junto a la puerta observando a su hermana, después de un tiempo sonrió débilmente.
Parecía que ambas habían vuelto al punto de partida, pero la diferencia era que esta vez, ella era superior a ella.