—Bien, desayunemos ahora. —Tiana asintió y fueron al comedor. Después de comer, ella lo siguió afuera y le saludó con la mano al despedirse.
El día siguiente era su cumpleaños, ella no sabía qué regalarle; él tenía casi todo lo que el dinero podía comprar. Pensó que simplemente hornearía un pastel y organizaría una pequeña fiesta en la casa con los trabajadores y los guardias para sorprenderlo y comprarle su marca de perfume favorita.
Tiana asintió para sí misma y volvió a entrar en la casa, llamó al cocinero y le contó sus planes, por suerte había ingredientes para pastel en la casa y ella lo acompañó mientras lo hacían. Le dijo qué escribir en él y cuando terminaron, se veía maravilloso. Lo pusieron en la nevera, después de lo cual ella limpió y subió a pedir el perfume.
Cuando terminó se conectó a WhatsApp y le envió un mensaje a Nicklaus; eran más de las dos, así que quería saber qué estaba haciendo.