Nicklaus contuvo la respiración hasta que estuvo abajo, y cuando llegó a la sala de estar, levantó las manos hacia su corbata y la ajustó, respirando pesadamente.
—¿Qué fue lo que acaba de ver?
Estaba justo a mitad de las escaleras cuando se dio cuenta de que había olvidado un archivo importante en la mesa y se dio la vuelta para ir a buscarlo, solo para verla a ella solo con una toalla, de pie en la habitación como si esperara ser devorada.
—¿Ella siquiera sabe que era irresistible? ¿Cómo iba a salir solo con una toalla? ¿Y si él no podía controlarse?
Nicklaus gimió,
—¡Esta mujer! ¿En qué me está convirtiendo?
—¿Por qué miras como si acabaras de ver un fantasma? —preguntó Elizabeth, quien acababa de entrar a la sala, con una sonrisa en su rostro. Estaba sudando y con la toalla alrededor de su cuello, Nicklaus sabía que acababa de venir del gimnasio.
—Oh... Mm...
Nicklaus tosió; sus mejillas se sonrojaron más cuando se dio cuenta del 'fantasma' que acababa de ver;