Tang Moyu no sabía qué decir. Desde hace un tiempo sabía que Feng Tianyi la deseaba y lo había escuchado expresarlo, pero no de esta forma... nunca así.
—¿A qué te refieres? —la arruga en su frente se acentuó, intentando entender sus palabras—. Tianyi, no estoy lista para casarme.
Si él estaba pidiendo su mano, Tang Moyu sabía que este no era el momento adecuado para eso.
—Lo sé. Eso no es lo que quiero decir, Moyu —Feng Tianyi le acarició el costado de la cara—. Incluso él no creía que fuera el momento adecuado para considerar el matrimonio.
—Entonces, ¿qué? —preguntó ella—. Si no hablaba de casarse, ¿qué quería entonces?
—Moyu, lo que quiero decir es que quiero todo de ti. Corazón, cuerpo... todo. Claro, también quiero casarme contigo, pero sé que tú no estás lista para eso y yo tampoco.