Cuando Li Meili le presentó el jiu jitsu a Tang Moyu, ella ya tenía problemas para lidiar con su ira reprimida, la cual no podía mostrar frente a su madre y su familia. Incluso después de empezar a trabajar en el Conglomerado Feng, seguía manteniendo su rutina de entrenamiento cada vez que tenía tiempo libre en su ajetreada agenda.
Ése era el único momento en que realmente podía ser ella misma y podía liberar todas sus frustraciones y enojos de su sistema. Cuando dio a luz a sus pequeños bollos, el tiempo que dedicaba al entrenamiento disminuyó ya que apenas tenía tiempo para sí misma y solo podía hacerlo con moderación una vez al mes.