Los rostros de los accionistas se tornaron pálidos cuando los tres principales ejecutivos de la empresa renunciaron a sus cargos con tan poca antelación. Todos eran conscientes del posible resultado de este repentino giro de los acontecimientos.
La voz falsamente apologetica de la emperatriz al presentar su renuncia a la junta dejó a todos sin palabras. Sin la emperatriz, Gu Yuyao y Lu Tianxin, no les quedó más remedio que buscar la ayuda de toda la familia Tang. Incluso Feng Tianhua quedó sorprendido por el repentino movimiento hecho por su ex prometida.
—Nos engañaste bien, Moyu —El Anciano Tang sacudió la cabeza incrédulo y podía sentir que se le acercaba una migraña. Era una cosa que Tang Moyu los expulsara de su casa, pero también había vendido la mitad de las acciones de la empresa a un tercero.
