—Mami, ¿a dónde vamos? —preguntó Xiao Bao mientras miraba a su padre, que tenía una sonrisa tonta al lado de él y su hermana gemela en el asiento trasero del coche de su mamá.
—Supongo que ya sabes que tu padre me propuso matrimonio hoy. —Tang Moyu echó un vistazo a su espejo retrovisor y miró a sus traviesos gemelos, que ayudaron a su pícaro padre a hacer posible esta unión.
—¿Ah? Papá, ¿ya se lo preguntaste? —Pequeña Estrella parpadeó. No esperaba que él le pidiera a su mami tan pronto.
—¿Y tu respuesta, Mami? —preguntó Xiao Bao. No le importaba si Papá había pedido impulsivamente la mano de su mami sin él y Pequeña Estrella. Solo necesitaba saber si sus padres permanecerían juntos, para siempre y siempre.
Tang Moyu solo sonrió, apretando las manos en el volante mientras se concentraba en la carretera.