Cuando se separaron, Tang Moyu estaba sin aliento y muy sonrojada. Sin embargo, en el momento en que vio la cara de Qin Jiran, notó el cambio repentino en su expresión. Tenía esa expresión conflictiva que solía tener cuando pensaba que ella no lo estaba mirando.
Era como si estuviera sufriendo por algo que no podía expresar. Hubo momentos en que Tang Moyu pensó que él la miraba con anhelo y culpa en sus ojos, pero él nunca le decía de qué se trataba cuando ella le preguntaba.
—¿Qué sucede? —preguntó ella.
Feng Tianyi se apartó y la soltó de su agarre. Tang Moyu retrocedió y lo miró con confusión.
—Qin Jiran, ¿qué pasa? ¿Hay algún problema? —No entendía por qué había esta clase de inquietud entre ellos. Inicialmente pensaba que solo estaba pensando demasiado cada vez que Qin Jiran actuaba así.