Felis tomó el camino de la izquierda a través del bosque junto con los monjes y sus Nyxers. Antes de que los Draka y el ejército de Orión pudieran llegar, cabalgó en esa dirección a toda velocidad. Abrió su enlace mental y les dijo a sus Nyxers —No se transformen. Si se transforman, podrán rastrear su lobo y derribarte fácilmente.
Sabía que la mayor parte de su ejército sería aplastada por los enemigos. Tenía que reformular su plan de acuerdo con los últimos acontecimientos. —¡Brix! —llamó a su comandante—. ¿Dónde está Gamon?
—¡No lo sé, Alfa! —dijo Brix, sonando nervioso.
Una vez más, abrió su enlace mental y llamó a sus comandantes al camino por el que se dirigía. —¡Quiero que todos ustedes vengan con sus mejores Nyxers. Esquiven los ejércitos del enemigo y vengan a este lado! —Los comandantes siseaban sus respuestas, no contentos con lo que su rey les había llevado a hacer.