La magia tenía... capas. Tenía varias capas y cada una era complicada. Esto no era magia oscura. Esta era magia inherente que formaba parte del alma de la persona. Era tan buena que la persona podía jugar con ella y crear capas como un juego de niños. Si esta era la capacidad, Felis no podía imaginarse la fuente de poder que tenía cerca. Vibraba de emoción mientras todo en lo que podía pensar era cómo capturar al individuo.