Morava bajó las manos a su regazo y negó con la cabeza mientras se reía.
—En caso de que Tania logre liberarse de los Nyxers, ¿no tomaría la oportunidad de llevarse consigo dos baúles de oro? Y si lo hace, tengo otro plan de respaldo. Voy a manchar su reputación de ser tan avariciosa que accedió a ser una prostituta para los Nyxers.
—¿Y cómo probarías eso?
—Las monedas de oro llevarían la marca del reino de Hydra, ¿no es así? En el momento en que lleguen al mercado, rastrearé su ubicación y la expondré. ¡Biham será el primero en matarla! Y para entonces, tú estarás casada con Eltanin —si despotricó Sirrah con un gruñido bajo—. Ella y su madre ya me han hecho suficiente daño. Es necesario ponerle fin.
—Pero Eltanin se dará cuenta de su ausencia tarde o temprano, ¿no es así? —comentó Morava—. Además, Tania no es del tipo avariciosa.