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Mo Rao insertó agujas metódicamente en el cuerpo de la Anciana Señora Fu. Pronto, la expresión de la Anciana Señora Fu mejoró.
—Abuela, ¿te sientes mejor? —preguntó Mo Rao con preocupación.
—Me siento mucho mejor. ¡Rao Rao, de verdad que eres increíble! —elogió generosamente la Anciana Señora Fu a Mo Rao. Incluso su voz sonaba mucho más fuerte.
Mo Rao suspiró aliviada. Debía haber algo mal con la dieta de la abuela en estos días. Su sistema digestivo estaba más débil, así que tenía que ser especialmente cuidadosa con su alimentación. No podía comer pescado o carne tan seguido.
Los dos doctores se miraron sin palabras.
No esperaban que Mo Rao ayudase a la Anciana Señora Fu a recuperarse tan rápidamente. Parecía que el efecto era muy bueno, incluso mejor que ir al hospital.
—Tía Mo, le daré a la Abuela una receta. Consigue que alguien compre doce paquetes y los hierva para hacer la medicina para beber tres veces al día —instruyó Mo Rao a Mo Wan.
