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Mo Rao estaba sentada tranquilamente en la suave cama. Su ropa estaba en el suelo. Estaba desnuda, y su cuerpo blanco estaba cubierto de marcas de besos. Sus piernas estaban un poco resbaladizas, recordándole el fervor del acto amoroso de recién.

Su largo cabello negro caía sobre su cuerpo y era tan suave como la seda más hermosa. Se veía muy serena en ese momento, pero exudaba una belleza hechizante.

—¿Qué pasa? —Una mano fuerte envolvió la delgada cintura de Mo Rao desde atrás. Sus dedos ásperos rozaron su piel suave antes de que él alcanzara con destreza hacia abajo.

Fu Ying abrió ligeramente sus oscuros ojos y miró su espalda blanca. Sin embargo, sus manos no dejaban de moverse. Se sentía tentado.

Mo Rao se volvió con el rostro sonrojado. Fu Ying siempre había sido muy hábil en la cama. Los dos tenían una gran química. Cada vez, solo paraban cuando ambos estaban exhaustos.

Ella sostuvo la mano de Fu Ying y una mirada compasiva apareció en su inocente y pequeño rostro.

—Fu Ying, no nos divorciemos, ¿vale? —Cuando Fu Ying escuchó las palabras de Mo Rao, su mano se detuvo y el deseo en sus ojos gradualmente se enfrió. Su voz ligeramente ronca aún era suave.

—Rao Rao, ¿no eres tú la más obediente? ¿Por qué no lo eres ahora? —Qu Ru ha vuelto, ya sabes.

¡Por supuesto que lo sabía!

Qu Ru era la mujer a la que Fu Ying amaba pero que no podía tener.

Si no fuera porque Qu Ru era la hija ilegítima de la familia Qu y la Vieja Madama de la familia Fu no estaba satisfecha con ella, probablemente sería la esposa de Fu Ying ahora.

¿Y Mo Rao? No provenía de una familia adinerada, pero sus padres habían perdido la vida para salvar a la Vieja Madama de la familia Fu y su procedencia familiar era limpia y sencilla.

Para impedir que Fu Ying pensara en Qu Ru y para pagar a la familia Mo por salvar su vida, la Vieja Madama Fu forzó a Fu Ying a casarse con Mo Rao.

En los últimos tres años, Mo Rao se había casado con la familia Fu y se había convertido en la esposa de Fu Ying. Incluso se llevaban muy bien. Sin embargo, nunca había entrado en el corazón de Fu Ying. Desde el principio, Fu Ying le había dicho que todo esto era solo para satisfacer a la Vieja Madama Fu.

—Pero mientras los dos no nos divorciemos, tú eres la única Joven Señora Fu. Nadie podrá intimidarte y no tendrás que soportar ninguna injusticia. Nos divorciaremos en tres años. Cuando llegue el momento, te daré una suma de compensación que será suficiente para que vivas cómodamente el resto de tu vida. —Mo Rao tenía una personalidad gentil, como un pequeñito conejo blanco sin ningún poder ofensivo ni disuasorio. Fu Ying la tenía firmemente bajo su control.

Por eso Fu Ying nunca estaba preocupado de que ella fuera desobediente.

Lo que él no sabía era que Mo Rao nunca se había casado con él por dinero. Solo se había casado con él por su profundo amor hacia él.

Ahora, sus sueños estaban a punto de hacerse añicos. Era hora de despertar.

Tres años de comportamiento gentil, considerado y obediente en la cama no habían hecho que Fu Ying se enamorara de ella.

—Fu Ying... —Mo Rao dijo suavemente.

Su voz suave y clara parecía llevar un cariño interminable cada vez que llamaba el nombre de Fu Ying. Hacía que la gente quisiera protegerla y poseerla para que nadie más pudiera mirarla.

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Mo Rao tenía una aura coqueta llena de feminidad.

A veces Fu Ying pensaba que si ella usara tal voz y tono mientras yacía debajo de otro hombre durante el sexo, él moriría de placer.

Ignoraba deliberadamente el enfado en su corazón.

—¿Qué pasa? —preguntó.

—Yo... Estoy embarazada. —Mo Rao reunió su valentía para decir esto. Esta era su última carta para mantener al hombre que amaba.

Inesperadamente, la expresión de Fu Ying se oscureció al instante. —¡¿Qué?!

El corazón de Mo Rao palpitó, pero repitió:

—Estoy embarazada...

Fu Ying dijo sin pensar:

—Aborta. No cambiaré mi decisión por culpa de este niño, y no puedo permitir que este niño se convierta en una molestia para Xiao Ru.

¡Este era el vínculo entre ellos y una vida!

En opinión de Fu Ying, era solo una molestia para Xiao Ru.

¡Qué hombre tan aterrador!

El corazón de Mo Rao dolía, pero no pudo evitar reírse. —¡Pfft!

—¿De qué te ríes? —Fu Ying la miró con una expresión de molestia.

—Te mentí para que no te divorciaras de mí. —El tono de Mo Rao era relajado, pero su corazón estaba adolorido.

—¿Me mentiste? —Fu Ying no lo podía creer.

Mo Rao asintió. —Así es. Si no me crees, vamos al hospital para un chequeo.

Ella sabía que si no lo negaba, probablemente el niño sería asesinado por Fu Ying. Eso no podía aceptarlo.

Fu Ying parecía suspirar aliviado. No quería que Mo Rao estuviera embarazada. Incluso si ella pudiera abortar al niño, sería muy problemático.

—Eso es mejor. Rao Rao, no quiero problemas entre Xiao Ru y yo. Si realmente estás embarazada, puedo darte 100 millones adicionales. Con tal de que abortes al niño, también será bueno para ti. No afectará tu segundo matrimonio.

¿Segundo matrimonio? Mo Rao se sintió amarga.

Forzó una sonrisa. —No tienes que pagar tanto, porque no estoy embarazada en absoluto. Será mejor que vayamos al hospital y nos hagamos un chequeo, en caso de que me sospeches.

Fu Ying se levantó de la cama y su humor pareció mejorar de nuevo. Abrazó a Mo Rao, pero sus manos masajearon sus suaves senos. Preguntó:

—¿Cuáles son tus planes después de divorciarte de mí?

Mo Rao era como una gatita obediente mientras se apoyaba en sus brazos. —Quiero entrar en la industria del entretenimiento.