Era bastante inteligente a veces. Fu Ying sonrió y miró a Mo Rao sin decir nada.
—¿No me lo quieres dar? ¡Olvídalo! —Mo Rao adoptó inmediatamente una actitud indiferente.
—Aquí tienes. —Fu Ying extendió la mano y pellizcó la cara de Mo Rao. Era suave y cómoda.
Mo Rao se relajó. Dijo rápidamente, —¡Entonces debes dármelo mañana!
Fu Ying asintió.
Después de un momento de silencio, Mo Rao reunió su valor y miró a los profundos ojos de Fu Ying. —Fu Ying, esta es realmente la última oportunidad para que las cosas funcionen entre nosotros. Espero que no me decepciones de nuevo. No pienses que soy fácil de persuadir solo porque soy de corazón blando. No seré tonta y caeré en eso otra vez.
—No te mentiré, —prometió Fu Ying.
Mo Rao se mordió el labio, su expresión fea. —Hay una cosa más. ¡No tienes permitido tocar a Qu Ru en el futuro!
¿Tocar a Qu Ru? Fu Ying estaba un poco sorprendido.
¿Qué tipo de toque quería decir? ¿Contacto físico o sexo?
Él nunca había dormido con Qu Ru.
