La expresión de Qu Rou se endureció por un momento, pero aun así le contó sobre cómo había desairado a Mo Rao en el hotel y cómo había hecho una gran entrada.
Sabía que su representante era bastante capaz. Ahora que ya había hecho que el Director Zheng estuviera descontento, solo podía pensar en una forma de pedirle ayuda a su representante.
—¿En qué estás pensando? —Tras escuchar las palabras de Qu Rou, el representante la regañó por teléfono—. ¡Ya te lo dije! ¡El Director Zheng no quiere problemáticos en su equipo de producción! Incluso si quieres causar problemas, ¡no puedes hacerlo delante de él! ¿No temes que Mo Rao contraataque?!
—Pero esa perra Mo Rao…
—¡Cállate! ¡Compórtate en el equipo de producción! ¡Incluso si tu papi rico puede meterte, el Director Zheng también puede echarte!
—¿Entonces debo dejar que esa perra Mo Rao se salga con la suya así nomás?! —Qu Rou dijo descontenta.
