Después de ver la atmósfera armoniosa entre Fu Ying y Mo Rao, una sonrisa apareció en los ojos de Gu Hai.
Parecía que había tomado la decisión correcta esta vez.
Aunque Gu Hai lo pensaba, no lo mostró en su rostro.
No había necesidad de que alguien externo como él interfiriera en la relación entre ambos. Podían llevarlo con calma.
—Señorita Mo, el coche está listo. Permítame llevarla de regreso al set —Cuando Mo Rao escuchó la voz de Gu Hai, se levantó e instruyó a Fu Ying otra vez.
—Ya me voy. Gu Hai te supervisará en el futuro. No quiero saber por Gu Hai que no estás cuidando tu cuerpo.
Fu Ying miró a Gu Hai con una mirada oscura, pero cuando enfrentó a Mo Rao, su expresión se suavizó.
—Está bien, entiendo. Rao Rao, no te preocupes. Cambiaré el entrenamiento de rehabilitación en el futuro —dijo Fu Ying con calma—. Ten cuidado al volver. Si pasa algo, puedes buscarme.
Mo Rao sonrió y asintió en señal de acuerdo.