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No queriendo encontrarse con Fu Ying de nuevo, Mo Rao salió rápidamente del centro comercial.
No mucho después de que Mo Rao regresó a casa, la marca envió la ropa que Fu Ying había comprado para ella.
Como se esperaba, Fu Ying compró toda la ropa nueva para Mo Rao.
Mo Rao miró el armario completamente nuevo con sentimientos encontrados.
Al ver esa ropa, pensaba en Fu Ying.
Sin embargo, Mo Rao no quería deshacerse de esas prendas. Después de todo, sería un desperdicio.
Cuando Mo Yuan regresó a casa, inmediatamente vio las bolsas de compras en la sala de estar y le preguntó a Mo Rao —¿Te diste un atracón de compras hoy?
—Sí y no —Mo Rao no sabía cómo explicárselo a Mo Yuan.
—¿Qué pasa? ¿No compraste mucho? ¿Cuál planeas ponerte mañana? —Mo Yuan fue directo al vestuario de Mo Rao.
En el momento en que abrió el armario, Mo Yuan se quedó sin aliento. La ropa dentro era completamente diferente a la de antes.
—Has gastado mucho dinero hoy —Mo Yuan no pudo evitar bromear.