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—Rao Rao, en resumen, recuerda que Fu Ying es muy siniestro. No te dejes engañar por él nuevamente, ¿entendido? —le instruyó Mo Yuan a Mo Rao seriamente.
—Entiendo. —asintió Mo Rao distraídamente.
Cuando él vio su expresión impactada, el corazón de Mo Yuan le dolió. En principio, no quería decirlo, pero al ver que Mo Rao parecía haber vacilado, tuvo que exponerle el lado oscuro de Fu Ying.
...
—¡¿Pero qué crees que estás haciendo?! —gritó Qu Qin estaba furioso.
Realmente estaba ciego en aquel entonces por haberse fijado en la madre de Qu Ru y dar a luz a semejante plaga.
Qu Ru miró a su padre indignada. —Papá, ¿no deberías defenderte de mi parte? Yo soy tu hija. He sido lastimada por Fu Ying hasta este punto, ¿no deberías interrogarlo?
La Señora Mayor Qu, Qu Jian, Qu You, Qu Qin y Qu Xue estaban en la sala de estar.
