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Si Mo Rao le decía a Fu Ying que no le gustaba Shen Feng, Fu Ying definitivamente la perseguiría con aún más entusiasmo.
Sin embargo, no podía traerse a sí misma a decirle a Fu Ying que le gustaba Shen Feng.
Esto era porque no tenía ningún sentimiento romántico hacia Shen Feng.
Era realmente difícil decir que le gustaba alguien que en realidad no le gustaba.
—Yo... —Mo Rao apretó su mano fuertemente. Recordó lo que Mo Yuan había dicho y decidió usar a Shen Feng para disipar completamente los pensamientos de Fu Ying—. Sí, me gusta él.
El corazón de Fu Ying le dolía. No lo creía y miró a Mo Rao ferozmente mientras decía:
—¡No lo creo! Antes dijiste que definitivamente no tenías ningún sentimiento romántico por él. Dijiste que no serías como yo y
De repente dejó de hablar.
Sin embargo, Mo Rao se rió:
—¿Por qué no sigues? ¿Como tú y quién?
¿Como él y Qu Ru, que eran tan descarados y escandalosos?
—No quiero hablar de esa persona —Fu Ying exhaló pesadamente.
