Mo Wan miró al padre y al hijo con una expresión amenazante.
—Fu Lin, ¿qué secretos esconde tu librería? —Ella era abogada y muy astuta.
Fu Lin se quedó sin palabras. Sabía que tan solo con que Fu Ying lo mencionara casualmente, estaría en problemas.
¿Qué podía tener en su estudio? ¡Había escondido secretamente unos cuantos paquetes de cigarrillos!
Le había prometido a Mo Wan dejar de fumar, pero a veces, solo podía fumar dos cigarrillos para aliviar su dolor de cabeza en el estudio.
—Cariño, ¡no hay nada! —Fu Lin se explicó primero con su esposa.
Dar consejos a su hijo no era tan importante como convencer a su esposa.
—Compré un pequeño antiguo anteriormente y se lo di a él. Me prometió que me ayudaría con algo en el futuro a cambio. —Fu Ying mintió por Fu Lin sin cambiar su expresión.