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Fu Ying estaba a punto de conducir a la empresa. También quería llevar a Mo Rao, pero pensó que Mo Rao no querría que él la llevase. Con Mo Yuan presente, no lo mencionó.
Inesperadamente, Mo Rao realmente se acercó a él personalmente y tomó la iniciativa de pedirle que la llevara a casa.
Fu Ying se alegró mucho. Sus ojos ardían mientras asentía inmediatamente y aceptaba. —Está bien, sube al coche.
Aunque tenía un viaje de negocios, podía retrasarlo por Mo Rao.
Mo Rao caminó alrededor y se subió al asiento del pasajero delantero. Cuando Mo Wan y Fu Lin vieron esto, estaban muy sorprendidos. Después de mirarse el uno al otro, mostraron expresiones preocupadas.
Por la expresión de Mo Rao, estaba claro que no iba a darle a Fu Ying una oportunidad para reconciliarse.
Sin embargo, este era un asunto entre los dos, así que Mo Wan y Fu Lin no podían interferir.
El coche de Fu Ying arrancó y Mo Yuan le siguió.