Mo Rao dejó que Fu Ying la sirviera como a una sirvienta.
Esto era lo que debía hacer. Ella había sido demasiado complaciente en el pasado.
—Come más pescado. Es muy delicioso y nutritivo —Fu Ying recogió la carne de pescado y la colocó en el tazón de Mo Rao. Su voz era muy suave.
Mo Rao asintió y dio un bocado.
—Es bastante delicioso.
—Si te gusta, come más. Pediré que la cocina prepare este plato mañana. Puedes dejar de comer cuando te canses —Fu Ying sonrió mientras se sentía satisfecho.
Este pescado era muy caro, unos 20,000 yuanes por pescado, pero mientras a Mo Rao le gustara comerlo, él estaba dispuesto a seguir comprándolo.
Mo Rao asintió y comió en silencio.
…
En la Villa Cielo de Jade, Qu Ru estaba furiosa.
Se apresuró hacia la puerta, pero dos guardaespaldas la detuvieron.
—Señorita Qu, no nos ponga en una situación difícil —dijo el guardaespaldas fríamente.