Zhao Youlin no sabía qué le había pasado. Mirando a los ojos de Mu Tingfeng, sintió un dolor en el corazón.
Zhao Youlin sentía un dolor inexplicable en el corazón y, sin darse cuenta, disminuyó su resistencia. Se quedó inmóvil, permitiéndole besarla apasionadamente hasta el punto de que se olvidó completamente de darle una lección al hombre por haberse aprovechado de ella tantas veces.
Después del beso, los dos respiraban ligeramente acelerados. Sin embargo, Mu Tingfeng no soltó a Zhao Youlin. En cambio, la atrajo hacia sus brazos y la abrazó aún más fuerte.
Zhao Youlin no se sentía bien al ser abrazada tan fuertemente. Instintivamente intentó zafarse, solo para sentirse presionada aún más fuerte.
—Mu Tingfeng, tú... —Zhao Youlin inicialmente quería pedirle a Mu Tingfeng que se relajara un poco. Sin embargo, antes de que terminara de hablar, escuchó un susurro en su oído: "¿Estás en una cita a ciegas?"