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Por otro lado, Zhao Youlin ya tenía una mala sensación cuando vio a Ye Yan despedir sin esfuerzo al secretario jefe y al asistente que había traído. Él personalmente sirvió de conductor para llevarla a su restaurante.
Mientras ella aún intentaba elaborar un plan para alejarse, solo para darse cuenta de que el coche ya había llegado frente al restaurante, dejándola sin otra opción que seguir con él.
Zhao Youlin solo pudo seguir a Ye Yan hacia el interior del restaurante de forma indefensa. Escaneó rápidamente el ambiente alrededor. Era bastante cómodo.
Zhao Youlin tuvo que admitir que la posición de la mesa que Ye Yan había reservado era exactamente como a ella le gustaba. Estaba justo contra la ventana. Podía ver la vista afuera y era muy luminoso, lo que alivió el descontento que había tenido Zhao Youlin anteriormente.
