—No sabía que la agencia de detectives tendría a un hombre tan guapo como el Sr. Qin. Esto supera mis expectativas —Zhao Youlin tomó un sorbo de Long Black antes de volver a colocar la taza sobre la mesa. Sus largos y delgados dedos se deslizaron lentamente a lo largo del borde de la taza blanca.
Era un hábito inconsciente de Zhao Youlin, y ni siquiera ella lo notaba. Pero, Qin Huai enfrente de ella sí lo notó.
Qin Huai ocultó la luz en sus ojos antes de sonreír levemente —¿Cree que todos los hombres que trabajan en una agencia de detectives son feos y poco presentables, señorita Zhao?
—Me ha malinterpretado, Sr. Qin —Zhao Youlin no se sintió incómoda por las palabras de Qin Huai. Ella dijo con calma:
— Solo pienso que como alguien que necesita ocultarse en la oscuridad y esforzarse por no ser descubierto por la persona que está siendo investigada, su apariencia realmente destaca. Eso es todo. No lo digo con segundas intenciones.
