Las luces dentro del almacén no se habían encendido. Estaba completamente a oscuras, y literalmente nada podía verse claramente. Solo podían confiar en la débil luz de la luna que se colaba por la ventana para orientarse.
—¿Dónde están el Capitán Li y los demás? —preguntó Zhao Youlin en voz baja mientras se apoyaba en un gran pilar de piedra cuadrado.
El oficial de policía a su lado respondió en voz baja, —El Capitán Li y los demás están a nuestras dos en punto. Están esperando frente al almacén y están listos para prestar ayuda en cualquier momento.
Zhao Youlin asintió. Ella agarró firmemente la pistola en sus manos y echó un vistazo al silencioso almacén. Frunciendo el ceño, tomó una decisión. —Dividámonos en dos equipos. Un equipo vendrá conmigo, mientras que el otro equipo irá con Mu Chen. Flanqueemos al enemigo, pero tengan cuidado de no alertarlos.
La docena de personas detrás de ella se dividió automáticamente en dos equipos al escuchar las palabras de Zhao Youlin. Seguían tanto a Zhao Youlin como a Mu Chen desde dos direcciones diferentes. Luego, se acercaron a las furgonetas que acababan de ser conducidas al almacén y las rodearon.
Se infiltraron ágilmente en las furgonetas, solo para encontrar que no había nadie dentro. Incluso los asientos de los conductores estaban vacíos. Los espacios detrás de los asientos del conductor también estaban vacíos.
Zhao Youlin frunció el ceño. Tenía un mal presentimiento. Antes de que tuviera tiempo de reflexionar, reaccionó abruptamente basándose en la intuición que había cultivado a lo largo de sus años de experiencia frente al peligro. Instantáneamente se lanzó a un lado en el suelo.
Al mismo tiempo, algunas balas golpearon los asientos del coche. El sonido de los disparos junto con los gritos sobresaltados de sus compañeros de equipo que estaban siendo abatidos resonaron en el almacén.
Zhao Youlin giró la cabeza y miró el lugar donde había estado agachada antes. Había dos ligeras volutas de humo blanco que todavía no se habían disipado. No era difícil imaginar lo que hubiera pasado si hubiera reaccionado un poco más lento justo ahora.
Con eso en mente, el rostro de Zhao Youlin se ensombreció. Apretó los dientes y maldijo en voz baja, —¡Maldición! Nos tendieron una trampa. Las furgonetas estaban vacías, el interior del almacén estaba completamente oscuro, y los francotiradores estaban al acecho para emboscarnos. Obviamente, todo ya había sido planeado de antemano. Esta vez realmente había caído en la trampa de alguien.
Con los oídos aún zumbando por los disparos, Zhao Youlin trató de identificar la dirección de la que venían las balas. Aprovechó la cobertura proporcionada por la furgoneta y disparó varias veces a los rincones oscuros. Tal como esperaba, escuchó a gente gruñendo y cuerpos cayendo al suelo.
Después de golpear a varias personas consecutivamente, Zhao Youlin regresó para cubrirse bajo la furgoneta nuevamente. Recargó su pistola rápidamente y se movió lentamente hacia una figura oscura no muy lejos; él también estaba disparando a la esquina.
—Hermana Lin, ¿estás bien? —preguntó Mu Chen con un arma en las manos.
—Estoy bien. ¿Y tú? ¿Cómo están los demás?
—Yo también estoy bien. Algunas personas han sido... Algunos están heridos.
El rostro de Zhao Youlin se ensombreció y dijo:
—Aguanten un poco más. Una vez que el segundo equipo escuche los disparos, seguramente vendrán aquí de inmediato.
Después de decir esto, Mu Chen respondió instantáneamente con una sonrisa amarga:
—Hermana Lin, aunque lo que dices es cierto...
Zhao Youlin se quedó helada. Miró más allá de Mu Chen y vio cargadores vacíos esparcidos en el suelo. Él había vaciado el cargador de su pistola hace un segundo.
Zhao Youlin le dio a Mu Chen una mirada, y sus ojos brillaron. De repente, sacó los dos últimos cargadores cargados de su cintura y se los metió en las manos a Mu Chen.
Mu Chen se sorprendió. Abrió los ojos y miró a Zhao Youlin con incredulidad:
—Hermana Lin, tú
—Basta de tonterías. Solo aguanta. Yo me las arreglaré. No debes morir. —interumpió Zhao Youlin impacientemente. Inmediatamente después, se lanzó al espacio vacío sobre ella. Su mirada era fría y disparó a los rincones oscuros un par de veces más. Mientras rodaba su cuerpo en el suelo, evadía algunos disparos más del otro lado. Luego, pisó el suelo y aprovechó la oportunidad para lanzarse al rincón oscuro más cercano.