—¿Como padre, es digno? —gritó todas las quejas que había acumulado durante muchos años.
—Si hubieran pedido mi opinión cuando me dieron a luz en aquel entonces, les habría detenido de hacerlo. Porque no tienes idea de lo dolorosa que es mi vida al tener un padre así.
—¡Pero él te crió! ¿Así es como le pagas a tu padre? ¿Cuál es la diferencia entre tú y un ingrato que paga la bondad con ingratitud? —su madrastra la criticó.
—Y tú, cuando estaba en la escuela primaria, apareciste frente a mí sin escrúpulos. Claramente era un niño despreocupado con excelentes calificaciones en el pasado, pero debido a tu aparición, me hiciste vivir en miedo y temor todo el día. Tenía miedo de que si mi padre se iba, mi familia desaparecería. ¿Conoces el dolor? —Li Ze'en miró a su madrastra con odio.
—En realidad, soy del mismo tipo que mi Tío. Estaba deprimida cuando estaba en la secundaria. Solo que no soy tan fuerte como mi Tío. Sus calificaciones aún eran buenas. Pero las mías se desplomaron.