Rosa sonrió, segura de que Qiao An no podía producir pruebas.
Pero las siguientes palabras de Qiao An hicieron que su rostro se tornara pálido.
—La verdadera Lu Qianqian murió hace seis años. Solo hay una hija en la familia Lu. Siempre que ella sea la hija de la familia Lu después de la prueba de paternidad, debe ser una impostora que pretendió ser Lu Qianqian hace algún tiempo. —afirmó Qiao An con firmeza.
—¿Qianqian está realmente muerta? —Este asunto conmovió al Viejo Maestro Xiao.
Los ojos de Qiao An brillaron con lágrimas mientras se ahogaba en ellas. —Maestro Xiao, ¿no te causa curiosidad por qué fui grosera con la desfigurada Lu Qianqian la primera vez que la vi? Es porque ya sabía que no era la verdadera Hermana Qianqian. La Hermana Qianqian murió. Hace seis años, fue disparada por un bandido cuando intentó salvarme.
El Viejo Maestro Xiao tembló. Colocó sus manos firmemente sobre el escritorio y se obligó a aceptar este duro golpe.
