Cada palabra de "Lu Qianqian" era como una tortura para Xiao Ming. Sabía que lo que más temía había llegado.
Ahora, solo esperaba que Qiao An y Xiaoran pudieran resistir la presión de todos lados y completar exitosamente la misión.
—Lu Qianqian habló durante mucho tiempo, pero Xiao Ming no respondió. Ella apretó bruscamente su mentón y lo obligó a mirarla a los ojos. Apretó los dientes y dijo ferozmente —Xiao Ming, esa pequeña cantidad de veneno no te causará tanto daño en absoluto. Huo Xiaoran solo te está cubriendo. Dime dónde está la lista. Sabes que la lista es definitiva. Si no cooperas, Qiao An será implicada después.
Xiao Ming todavía no reaccionó.
—Lu Qianqian finalmente lo dejó ir.
—Realmente te has vuelto inútil.
—Lu Qianqian no pudo sacar nada de él y se fue enojada.
Los dedos de los pies de Xiao Ming se relajaron.