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—Señor —Lu Mo salió corriendo y tomó la mano de Huo Xiaoran muy naturalmente—. ¿Ha venido a discutir sobre matrimonio conmigo? —Aunque le preguntaba a Huo Xiaoran, su tono era muy firme.
El alto y poderoso cuerpo de Huo Xiaoran tembló, y su guapo rostro se oscureció instantáneamente.
—¿No le dije que no quiero hablar de nuestro matrimonio hasta la vuelta de Li Changhai?
Los hermosos sueños de Lu Mo se convirtieron en burbujas. Era como un capullo de flor que había sido devastado por una tormenta, marchitándose al instante.
Sus labios temblaron.
—Señor, ¿no quiere casarse conmigo?
Huo Xiaoran pensó por un momento y se tomó un tiempo para organizar sus palabras. Sin embargo, justo cuando estaba a punto de hablar, su teléfono sonó en el momento equivocado, interrumpiendo los pensamientos de Huo Xiaoran.
