Qiao An solo pudo sentarse de nuevo en su silla decepcionada y mirar cómo Huo Xiaoran y la Sra. Lu entraban en la sala de emergencias.
Xiao Yue apretó los dientes de rabia. —Vinimos para nada.
Qiao An miró la figura que se alejaba del Padre Lu y sonrió. —No necesariamente. Al menos sé que la persona que salvó a Lu Mo es su padre.
Perpleja, Xiao Yue tocó la frente de Qiao An y bromeó. —¿No tendrás fiebre, verdad? Es justamente porque es el padre de Lu Mo que no podemos encontrar pruebas.
Qiao An miró a Xiao Yue con una sonrisa misteriosa. La sacó de su silla y la llevó al tablero de introducción de los doctores en la primera planta del hospital.
Xiao Yue vio la introducción del Padre Lu y de repente entendió.
—Así que él es un experto en neurocirugía. ¿Cómo puede tratar a Lu Mo? ¿Lu Mo tiene cáncer de mama?
