—Lu Tianci, mataste a tu hermano y lastimaste a tu sobrina. ¿Alguna vez pensaste que este es el mejor lugar para ti? Tu esposa te traicionó y tus hijos no son tuyos. Criaste a los hijos del amante de tu esposa. ¿Puedes sentir el dolor? —Qiao An sabía cómo usar palabras afiladas para destruir la mente de una persona. Lu Tianci la miró a Qiao An con los ojos inyectados de sangre.
—Qiao An, ¿realmente te subestimé? —Lu Tianci la miró a Qiao An con los ojos inyectados de sangre.
—Le prometí a la Hermana Qianqian que definitivamente restauraría el esplendor de la familia Lu. Esta es mi promesa para ella. Lu Tianci, al principio no pensé que la llamada luz de Qianqian fuera la oscuridad de tu familia Lu. Ahora, lo sé. Mi corazón duele por la Hermana Qianqian. Debió haber entrado en un camino sin retorno al investigar la razón de la desaparición de su hermana. Debió haber sospechado de tu mala conducta y fue a buscar a la pobre Qianyu —dijo Qiao An con una sonrisa burlona.