Al oír las palabras, Jolin se emocionó mucho.
—¡Hazlo! Si se lo quitamos justo cuando ella consiga el trabajo, ¡estará furiosa! —exclamó con entusiasmo.
Comparado con conseguir primero el trabajo, arrebatarlo de la Reina del Cine Ling sonaba incluso mejor.
No era más que el trabajo de un portavoz. Mientras su chica lo quisiera, el Jefe compraría todo MG sin pensarlo dos veces.
Ya estaba acostumbrado a cómo su Jefe normalmente consentía a su novia.
Después de salir del edificio de la sede de MG, Gu Weiwei caminó hacia el coche y dijo:
—Vamos de vuelta al hotel ahora, me muero de hambre.
—¿Y lo del asunto del portavoz...? —Jolin señaló el edificio—. ¿Por qué pensar en comida ahora, cuando el trabajo todavía estaba en manos de alguien más?
—Ya te dije que lo recuperaría, ¡no te preocupes! —Gu Weiwei bostezó—. Estoy sintiéndome muy somnolienta.
