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—Pero parece que ya tienes novio —Martin Green extendió su mano y dijo—. Entonces quedemos como buenos amigos.
Había encontrado con ella hablando con alguien por teléfono dos veces, con una expresión dulce en su rostro, cuando estaba tomando un descanso.
Y cuando lo había rechazado tan firmemente, él supuso que ya tenía novio.
Gu Weiwei sonrió y le estrechó la mano.
—Gracias.
Muchas gracias por considerarme como una amiga y estar a mi lado.
Martin Green soltó su mano. —Descansa bien, nos vemos mañana.
Gu Weiwei se volvió y caminó hacia el hotel, cuando llegó la llamada de Fu Hanzheng.
—¿Te estás divirtiendo en la cita? —preguntó Fu Hanzheng.
—Puedo oler tus celos a 6000 kilómetros de distancia —Gu Weiwei se rió.
Sabía que los guardaespaldas le habían dicho acerca de su cena con Martin, pero no era un tipo de celos real.
Si realmente estuviera celoso, habría sonado aún más frío, tal como lo hizo, cuando la interrogó acerca de Yuan Meng.
