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Hoy, Song Ning estaba siguiendo al profesor Li Sen, que tenía muchos pacientes que ver por la mañana. Durante todo el tiempo, ella se concentró en tomar notas, sacar fotos y escribir recetas.
Ella era tan capaz como siempre, y el profesor Li Sen estaba bastante satisfecho con su rendimiento.
Cuando el último paciente se levantó y agradeció al profesor Li Sen, los dos compañeros de clase de Song Ning que estaban sentados junto a ella suspiraron aliviados.
Después de que el profesor Li Sen tomó un sorbo del vaso de agua que su alumno le había pasado, se volvió hacia ellos y preguntó:
—¿Qué tal? ¿Aprendieron mucho esta mañana?
Los estudiantes asintieron en respuesta.
Mientras tanto, Song Ning escribía la última receta antes de cerrar el programa.
Viendo esto, el profesor Li le dijo:
—Ning, organiza los registros médicos de hoy y envíamelos por la tarde. Los usaré en clase mañana.
—¡Sí, profesor! —asintió Song Ning. Ya estaba en medio de organizar los archivos.
Jia Hui, compañera de clase de Song Ning, se rió antes de decir:
—Profesor, no tiene que esperar hasta la tarde. Le garantizo que Song Ning se los enviará en media hora.
El profesor Li miró a su querida estudiante cuyos ojos estaban pegados a la computadora antes de decir con una sonrisa:
—Si todos ustedes trabajaran tan duro como Song Ning, nosotros, los viejos, podríamos retirarnos y dejar todo a nuestros sucesores.
Jia Hui se rió antes de replicar:
—Ni lo piense en retirarse, profesor. Es tan valioso como el tesoro nacional. Por el bien de los pacientes, tiene que seguir trabajando en primera línea.
Los estudiantes bromeaban y charlaban con el profesor Li. Alguien incluso se acercó al profesor Li para masajearle los hombros rígidos.
En medio de su sesión de vinculación, Song Ning finalmente escribió la última palabra y guardó el documento antes de suspirar aliviada.
Al ver esto, Jia Hui se apresuró a decir:
—Mira, profesor. Es justo como he dicho. Ella terminó en media hora. Ning, eres tan increíble que haces quedar mal al resto de nosotros.
Otro compañero le dio una palmadita a Jiahui y dijo en tono de broma:
—Oye, no nos metas en esto. No sentimos que Song Ning nos haga quedar mal. Al contrario, es de gran ayuda para nosotros. ¡Rápido, Ning! Envíanos los documentos.
El grupo de estudiantes se rió al escuchar esto.
Mientras tanto, el profesor Li Sen miraba a Song Ning con una expresión de satisfacción. Era talentosa y dispuesta a soportar las dificultades. Una estudiante así era rara y valiosa.
...
Después de ayudar al profesor Li a enviar la portátil y los registros médicos de vuelta a la oficina, Jia Hui se enlazó del brazo con Song Ning y preguntó:
—¿Qué quieres para almorzar? ¡Yo invito!
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—Song Ning no era adversa al gesto cariñoso de Jia Hui. Preguntó en broma —¿Por qué me invitas a almorzar? Deberías decirme tus intenciones primero. De lo contrario, temo que estaré condenada después de comer sin saberlo el almuerzo que compras.
—Jia Hui fingió enojo mientras decía —¡Oye, mocosa! ¿Soy tan malvada?
—Sí —respondió Song Ning sin dudarlo mientras trataba de contener su risa.
En ese momento, un grupo de enfermeras pasó; sus conversaciones naturalmente llegaron a los oídos de la dupla.
—¿Oye, escuchaste? Feng Man recibió 999 rosas hoy. ¡El departamento de enfermería en el primer piso está inundado de flores!
—¿En serio? ¡Vamos a ver! ¿Alguien se le declaró?
—No, he oído que es su cumpleaños hoy así que su novio decidió sorprenderla.
—¡Ah, qué romántico! ¿Cuándo consiguió novio Feng Man? ¿Por qué yo no sé nada de eso?
—Han estado saliendo por mucho tiempo. Su nombre es Fu Le. La visita con bastante frecuencia. Escuché que es de una familia adinerada. Parece que la persistencia de Feng Man finalmente rindió frutos, ¿eh?
—¡Oye, no es Fu Le el novio de Song Ning, la estudiante del Profesor Li?
—Ellos terminaron. ¿Qué pasa? Feng Man es hermosa y tiene una buena personalidad. Si yo fuera hombre, también me gustaría.
Después de escuchar la conversación de las enfermeras, Jia Hui se detuvo en seco inmediatamente y agarró los brazos de Song Ning. "Ning, ¿de quién están hablando?"
—Song Ning metió las manos en los bolsillos de su bata blanca antes de continuar caminando hacia adelante y dijo con calma —¿No oíste lo que dijeron?
Parecía que a Feng Man le gustaba presumir, pero no tenía nada que ver con ella.
Consumida por la ansiedad, Jiahui arrastró a Song Ning en la dirección opuesta. —¡Vamos a ver! ¡Feng Man, esa zorra sinvergüenza! Apuesto a que ni siquiera tiene intenciones de seguir trabajando en el hospital después de esto!
—Song Ning gritó, sobresaltada —¡Hey! ¿Qué estás haciendo!? ¡No quiero ir allí!
—Jia Hui dijo apretando los dientes —¡Song Ning! ¡Eres una estudiante de medicina china, no una santa! Esa perra te quitó a tu novio, ¡y tú sigues tan tranquila! ¡No seas una blandengue!
—Song Ning, que se mostraba divertida con las palabras de Jia Hui, dijo —An Jiahui, ¿cómo puedes llamarme blandengue? No olvides que soy la ganadora de la beca de primer clase de este semestre. Además, ¿debo recordarte que esto no tiene nada que ver contigo? ¿Cómo te atreves a llamarme blandengue?
—¿A quién le importa esa beca? ¡Esa p*rra te quitó a tu novio! ¿No dijiste que eran novios de la infancia? ¿Cómo pudo esa estúpida p*rra quitártelo? ¡Oye, obviamente te está provocando! ¡Vamos! ¡Tienes que recuperarlo! —Después de terminar de hablar, Jia Hui continuó enfurecida mientras arrastraba a Song Ning consigo.
—Song Ning se soltó suavemente del agarre de Jia Hui. En ese momento, la ira de Jia Hui destacó aún más su calma —Jiahui, si sabes que me está provocando, ¿por qué quieres que los vea? ¿Para qué quiero a alguien que es infiel y es tan fácilmente arrebatado como mi novio?
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