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Song Ning paseaba de un lado a otro en las escaleras del Registro Civil. Hoy era el día en que ella y Fu Le registrarían su matrimonio que había sido arreglado por su madre cuando su madre aún estaba viva.

Song Ning y Fu Le eran novios de la infancia. El mayor pesar de su madre era no poder presenciar la boda de ella y Fu Le. Cuando su madre estaba viva, ella y su madre eligieron este día juntas para registrar su matrimonio.

En ese momento, un joven repartidor corrió apresuradamente hacia ella. Cuando se detuvo frente a ella, la miró antes de echar un vistazo a la foto en su mano.

Song Ning dejó de pasear inmediatamente.

—¿Usted es... la señorita Song Ning? —preguntó el repartidor mientras se secaba el sudor de la frente.

Song Ning asintió.

—Sí, soy Song Ning.

Al obtener la confirmación, el repartidor le entregó un documento.

—Su paquete.

Song Ning se sorprendió. ¿Cómo sabía el repartidor buscarla aquí? Miró el nombre en el documento antes de volver a mirar al repartidor.

El repartidor le indicó que mirara el documento mientras decía:

—El remitente tiene un mensaje para usted. Debería abrir el archivo y echar un vistazo.

Song Ning se quedó completamente conmocionada cuando abrió el archivo y vio su contenido. Vio un montón de fotos de alta definición de una pareja; eran nada menos que Fu Le y Feng Man. Cerró los ojos por un momento y cuando los volvió a abrir, puso las fotos en su bolso.

Después de eso, el repartidor dio dos pasos hacia atrás. Luego, se aclaró la garganta antes de intentar imitar la voz de una mujer y dijo:

—Ning, Fu Le no se casará contigo. La persona a la que él ama soy yo. Llevamos juntos medio año ahora. Simplemente no podía soportar decírtelo por tu madre. Solo piénsalo... ¿Qué tipo de hombre estaría dispuesto a casarse con una mujer densa como tú que no se preocupa por su amante?

A pesar de su cuerpo tembloroso, la voz de Song Ning fue calmada cuando dijo:

—¿Es eso todo?

—Sí —el repartidor asintió rápidamente. Se sentía apenado por tener que entregar un mensaje tan escandaloso a Song Ning. Hizo una reverencia antes de voltearse y alejarse apresuradamente.

Cuando Song Ning sintió el calor abrasador del sol en su cabeza, colocó el archivo sobre su cabeza, usándolo para protegerse del sol. Contrariamente al calor, sus lágrimas fluían por su rostro como la lluvia.

Sacó su teléfono móvil y marcó el número de Fu Le, pero él no contestó su llamada. No se rindió y continuó llamándolo una y otra vez. Después de un rato, la llamada finalmente se conectó.

Sin embargo, antes de que Song Ning pudiera hablar, la voz de Fu Le sonó desde el otro extremo de la línea.

—N-Ning, uhm, estoy ocupado hoy. Una amiga está lesionada, así que la estoy cuidando en el hospital. Hablaremos más tarde...

Song Ning intentó deshacerse de los temblores en su voz antes de decir:

—¿Tu amiga herida? ¿Estás hablando de Feng Man?

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Al escuchar esto, Fu Le exclamó:

—¿Cómo sabes?

—Fu Le, ¿todavía tienes la intención de casarte conmigo otro día? ¿O no tienes ninguna intención de casarte conmigo en absoluto?

Fu Le solo dudó un momento antes de decir:

—Ning, creo que podrás vivir cómodamente sin mí ya que eres capaz e independiente. No me necesitas en absoluto a diferencia de... a diferencia de Feng Man que no puede vivir sin mí...

—Está bien, entiendo —interrumpió Song Ning antes de colgar. Después de eso, se agachó lentamente con el teléfono en la mano mientras su corazón latía dolorosamente.

«Fu Le, ¿qué quieres decir con que soy demasiado independiente? ¡Es solo una excusa barata por engañarme!»

En ese momento, dos hombres altos vestidos con trajes negros subían las escaleras.

El hombre al frente dijo solemnemente:

—Solo me casaré con ella para cumplir el deseo de mi abuela. Incluso acepté divorciarme de ella una vez que la abuela se recupere de su enfermedad. ¿Cuál es el problema ahora? ¿Piensa que el dinero que le di no es suficiente?

El hombre de atrás explicó con expresión reacia:

—Ye Xin dijo que es una figura pública y que este matrimonio afectará enormemente a su carrera. Actualmente está compitiendo por un premio internacional, así que es un momento crítico para ella. No quiere ninguna publicidad negativa, y no quiere ser conocida como una mujer divorciada. Aunque no haya nada entre ambos, sus fans no lo creerán. Mu Chen, ¿por qué no la llamas?

Al escuchar estas palabras, la expresión de Mu Cheng se volvió gélida de inmediato. Sin embargo, las comisuras de sus labios se curvaron en una sonrisa confiada mientras decía:

—La toleré cuando me usó para publicidad, pero ahora se niega a hacer esto por la abuela. ¿Cheng Che, acaso parezco un tonto para ti?

Cheng Che suspiró:

—Joven Maestro Chen, por el bien de su abuela, por favor ruega a la señorita Ye.

—¿Rogar? Ella debería estar agradecida de que no voy a llevar a su familia a la bancarrota debido a la amistad entre nuestros mayores. ¿Por qué debería rogarle? —resopló Mu Chen.

Cheng Che dijo ansiosamente:

—¡Pero debes casarte hoy! ¡Debemos detener la huelga de hambre de tu abuela! No me importa. Ya que has accedido a la petición de tu abuela, ¡debes hacerlo a toda costa!

Mu Chen frunció el ceño levemente mientras bajaba la mirada, sumido en sus pensamientos.

Mientras tanto, Song Ning, que estaba cerca, escuchó la conversación de los dos hombres. Con esto, una idea apareció en su mente. Se levantó lentamente antes de girarse para mirar atrás. Se quedó helada cuando vio al hombre detrás de ella.

El hombre alto estaba de pie bajo el letrero del Registro Civil con la espalda contra la luz del sol con sus manos limpias y hermosas a los lados. El sol proyectaba una sombra sobre sus marcadas facciones y resaltaba su temperamento helado y noble.

Song Ning entrecerró los ojos mientras reunía el coraje para acercarse al hombre. Luego, dijo claramente a pesar de su suave voz:

—Señor, ¿por qué no nos casamos?

«Fu Le, te arrepentirás de perderte esta oportunidad única en la vida».