—Mu Chen era demasiado confiado —se dijo para sí mismo—. Esta prueba en vivo de ADN también fue iniciada por Mu Chen. ¿Si no estuviera confiado, realmente se atrevería a recurrir a una manera tan pública para resolver el asunto? Este asunto había estado gestándose durante tanto tiempo, ¿quién creería que Mu Chen no estaba preparado en absoluto?
Con todo esto en mente, Ning Zhe de repente dijo:
—Espera.
Todos miraron a Ning Zhe al unísono.
Ning Zhe miró a Mu Chen con ojos ardientes mientras decía:
—Presidente Mu, espero que la prueba sea justa. Nadie debe hacer trampa.
Mu Chen se burló y dijo:
—El Presidente Ning tiene miedo de que haga trampa, ¿verdad?
Ning Zhe no respondió. Su respuesta era obvia.
La multitud también comenzó a discutir entre sí.
Mu Chen no era estúpido. Para que estuviera tan tranquilo en este momento, solo había dos posibilidades: una, estaba seguro de que tenía la razón; dos, estaba preparado para hacer trampa.
Mu Chen dijo con desdén: