Después de enviar a Ye Xin, Mu Qing se frotó las sienes, exhausto.
Las cosas se habían salido completamente de control. El plan de cambio que había ideado para reemplazar a Song Ning con Ye Xin estaba completamente replicado. La otra parte había intercambiado en secreto a Song Ning y Ye Xin de nuevo. ¿Quién estaba detrás de esto? Aparte de saber sobre el cambio, ¿qué más sabía la otra parte?
De repente, sintió como si hubiera innumerables pares de ojos mirándolo, observando cada uno de sus movimientos. Esta sensación lo hizo brotar en sudor frío.
Después de un rato, llamó a Ji An.
—Encuentra a Liang Zhou para mí. ¡Cueste lo que cueste, tienes que encontrarla! —{dijo}.
—¡Sí, jefe! Hay otro asunto que quiero informar —dijo Ji An con cautela.
—Habla.
—Los dos criminales buscados que estuvieron involucrados en el accidente de tráfico fueron contratados por Ning Dong.
—¿Qué has dicho? —{Mu Qing} estaba impactado.
Ji An tragó saliva.
