Song Ning intentó suprimir la ira en su corazón. Cuanto más enojada estaba, más tranquila se volvía. —Mu Chen y yo hemos llegado a un acuerdo para ser financieramente independientes...
Liang Zhou reaccionó como si hubiera escuchado un chiste particularmente gracioso. —Ambos realmente están siguiendo la tendencia, ¿eh? De hecho, Mu Qing y yo solíamos decir esto también. Sin embargo, con el paso de los días y el amor en la ecuación, ¿cómo podríamos diferenciar claramente nuestras cosas? Déjame decirte: actualmente, lo mío es mío, y lo de Mu Qing también es mío... —Al final de sus palabras sonó orgullosa.
Song Ning se quedó sin palabras.
Liang Zhou no era insistente. Dijo afablemente:
—Entiendo que no podemos apresurar este asunto. Después de todo, poder asistir a la cena de reunión para el año nuevo ya es un buen primer paso...
