Por supuesto, él no era rival para Jiang Xun aunque lucharan.
—¿Qué estoy haciendo? Solo busco justicia para mí mismo —dijo Jiang Xun. Lanzó a Yuexi al suelo fríamente. —Ahora todo Internet sabe que Jiang Yuexi no podía soportar verme prosperar así que expuso mis secretos. Originalmente, nadie sabía del asunto trivial de la familia Jiang. Ahora, debido a Jiang Yuexi, el asunto trivial de la familia Jiang se ha dado a conocer a todo Internet.
—¿Qué? —la expresión de Chengye cambió. Acababan de estar comiendo y no habían tenido tiempo de leer los nuevos cambios en Weibo.
La expresión de Chengye cambió. Se apresuró a buscar su teléfono. Ni siquiera le importó que Yuexi estuviera tumbada en el suelo, cubriéndose las manos y llorando.
El dolor en sus diez dedos fue más efectivo que recibir un golpe en cualquier otro lugar.
Hasta olvidó el ardor en su rostro hinchado.