Aunque Miyao no era considerado de primera categoría, era mucho más famoso que Jiang Xun.
Realmente no podía encontrar ninguna razón para que el equipo de Jiang Xun lo rechazara, ya que habían tomado la iniciativa de proponerlo.
Caoye había hablado con Yicheng más o menos como si le estuviera dando limosna.
Quién hubiera sabido que Yicheng lo rechazaría tan rotundamente.
—Esta es idea de Wang Yicheng. Podría no ser idea de Jiang Xun —Caoye se negó a rendirse—. Voy a preguntarle a Jiang Xun personalmente.
—Voy a preguntar —dijo Miyao.
Todavía confiaba en su rostro.
¿Con su rostro, podría Jiang Xun rechazarlo?
—Claro —Caoye también lo pensó.
—Por cierto, ¿nuestro equipo de filmación siempre estará aquí? —preguntó Miyao a Caoye.
—Sí —Caoye asintió—. Los miembros del equipo también están en espera.