Justo cuando estaba listo para disparar, sonó la voz fría como el hielo de Yan Jinyi.
—Oye, mira detrás de ti.
El hombre de mediana edad se volteó instintivamente, pero, antes de que pudiera ver quién venía, un puño fue lanzado repentinamente hacia su rostro, golpeándolo en la nariz.
El hombre de mediana edad chilló de dolor y retiró su mano que usaba para restringir a la niña, para tocarse el puente de la nariz. Estaba al borde de las lágrimas.
Yan Jinyi empujó a la niña detrás de ella para protegerla antes de doblar su rodilla para tocar el abdomen del hombre de mediana edad.
—¡Ah!
El dolor agudo proveniente de su puente nasal y estómago hizo que su rostro se pusiera pálido inmediatamente.
Aprietando los dientes y con mirada furiosa hacia Yan Jinyi, agitó el cuchillo en su mano indiscriminadamente y dijo:
—¿Cómo te atreves a golpearme? ¡P*ta! ¡Estás buscando la muerte! ¡Debes estar cansada de vivir!