—¿No era porque Lu Man temía que la señora mayor Han no le tomaría cariño, y por eso no se atrevía a excederse? —Pero puesto que la propia señora mayor Han lo mencionó, Lu Man reaccionó muy rápido —Abuela.
—La señora mayor Han estaba tan contenta que sonrió hasta que sus ojos se convirtieron en dos lunas crecientes —Así está mucho mejor.
—Abuela, tía, ¿qué les gustaría comer esta tarde? —preguntó Lu Man.
—Sabiendo la situación actual de Lu Man, Shen Nuo se sentía avergonzada de dejar que Lu Man las invitara.
—Aunque no era que tuvieran que gastar mucho dinero en el almuerzo, por alguna razón, cada vez que Lu Man gastaba dinero, a Shen Nuo le dolía el corazón, ¿qué estaba pasando?
—No sabía si la señora mayor Han pensaba igual que ella, pero de cualquier manera, escuchó decir a la señora mayor Han —La comida de fuera es pasable, es mejor comer algo casero. Esa vez en Yunnan Sur, ¿no dijiste que si había oportunidad cocinarías personalmente para nosotras? ¿Por qué no lo haces hoy?
